Al menos 3500 personas fueron evacuadas de sus hogares luego de que el coloso levantara una columna de ceniza de casi 10 km
Una columna de cenizas de casi 10 km emanadas del sureño volcán chileno de Puyehue -que en las últimas horas varió su dirección hacia el noreste- afecta a una amplia zona del sur de Argentina y Chile, donde en este último lugar se concretaba la evacuación de unas 3.500 personas.
La inmensa columna generada tras la erupción el sábado del macizo avanzó este domingo hacia las localidades rurales cercanas a Lago Ranco, obligando a evacuar incluso un albergue donde se habían trasladado más de un centenar de personas.
"La situación es muy complicada. Las condiciones climáticas cambiaron y varió la dirección de la pluma, que se viene hacia Lago Ranco", dijo a la AFP el alcalde de esta localidad, Santiago Rosas.
"El cambio anticipa que vamos a tener una lluvia de cenizas, con el daño que eso significa para la población y la amenaza para la pequeña agricultura", sustento económico de esta localidad de casi 10.000 habitantes, agregó el alcalde.
La erupción motivó una orden de evacuación de 3.500 personas de 22 localidades rurales chilenas cercanas al macizo de 2.240 m de altitud, que había erupcionado por última vez en 1960, en su mayoría temerosos de la suerte que pueda correr su ganado.
"Yo bajé, pero mi marido se quedó con una moto para cuidar las ovejitas", dije a la AFP Lucía Calcomir, evacuada desde el pequeño poblado de Pocura.
Lucía no tenía intención de abandonar el pueblo, al igual que varios de sus vecinos, pero la tarde del domingo decidió pedir ayuda. Su bebé de cuatro meses empezó a toser con fuerza por el olor a azufre. "A mi me llegó en toda la garganta. Es un olor muy fuerte", explicó.
Sin embargo, su marido se quedó en Pocura para cuidar de sus cinco ovejas.
El proceso de evacuación "se ha desarrollado con total normalidad, afortunadamente está disminuyendo la ocurrencia y la intensidad de los temblores" que acompañaron la erupción, señaló este domingo el presidente Sebastián Piñera, que no descartó visitar la zona en los próximos días.
A casi 24 horas de iniciarse la erupción, la columna de humo y cenizas ha tomado la clásica silueta de un hongo, captando la atención de los lugareños que la fotografiaban con cámaras y celulares, observando con detenimiento las pequeñas nubes creciendo y cambiando su forma voluptuosa a gran velocidad, de un color rojizo.
El Gobierno confirmó este domingo que la erupción se registró en una fisura de unos dos kilómetros de la montaña. "Más que un cráter es una fisura y la composición básicamente es de gases y cenizas", dijo el subsecretario del interior, Rodrigo Ubilla, tras una inspección aérea.
Ubilla afirmó además que no se han producido "avalanchas o relaves" y que la actividad en el macizo se mantiene en "monitoreo constante".
En tanto, una leve llovizna alivió la situación en la cercana localidad argentina de Bariloche, donde había cesado la caída de cenizas, aunque el aeropuerto local permanecerá cerrado hasta el miércoles, informaron autoridades regionales.
La inmensa columna generada tras la erupción el sábado del macizo avanzó este domingo hacia las localidades rurales cercanas a Lago Ranco, obligando a evacuar incluso un albergue donde se habían trasladado más de un centenar de personas.
"La situación es muy complicada. Las condiciones climáticas cambiaron y varió la dirección de la pluma, que se viene hacia Lago Ranco", dijo a la AFP el alcalde de esta localidad, Santiago Rosas.
"El cambio anticipa que vamos a tener una lluvia de cenizas, con el daño que eso significa para la población y la amenaza para la pequeña agricultura", sustento económico de esta localidad de casi 10.000 habitantes, agregó el alcalde.
La erupción motivó una orden de evacuación de 3.500 personas de 22 localidades rurales chilenas cercanas al macizo de 2.240 m de altitud, que había erupcionado por última vez en 1960, en su mayoría temerosos de la suerte que pueda correr su ganado.
"Yo bajé, pero mi marido se quedó con una moto para cuidar las ovejitas", dije a la AFP Lucía Calcomir, evacuada desde el pequeño poblado de Pocura.
Lucía no tenía intención de abandonar el pueblo, al igual que varios de sus vecinos, pero la tarde del domingo decidió pedir ayuda. Su bebé de cuatro meses empezó a toser con fuerza por el olor a azufre. "A mi me llegó en toda la garganta. Es un olor muy fuerte", explicó.
Sin embargo, su marido se quedó en Pocura para cuidar de sus cinco ovejas.
El proceso de evacuación "se ha desarrollado con total normalidad, afortunadamente está disminuyendo la ocurrencia y la intensidad de los temblores" que acompañaron la erupción, señaló este domingo el presidente Sebastián Piñera, que no descartó visitar la zona en los próximos días.
A casi 24 horas de iniciarse la erupción, la columna de humo y cenizas ha tomado la clásica silueta de un hongo, captando la atención de los lugareños que la fotografiaban con cámaras y celulares, observando con detenimiento las pequeñas nubes creciendo y cambiando su forma voluptuosa a gran velocidad, de un color rojizo.
El Gobierno confirmó este domingo que la erupción se registró en una fisura de unos dos kilómetros de la montaña. "Más que un cráter es una fisura y la composición básicamente es de gases y cenizas", dijo el subsecretario del interior, Rodrigo Ubilla, tras una inspección aérea.
Ubilla afirmó además que no se han producido "avalanchas o relaves" y que la actividad en el macizo se mantiene en "monitoreo constante".
En tanto, una leve llovizna alivió la situación en la cercana localidad argentina de Bariloche, donde había cesado la caída de cenizas, aunque el aeropuerto local permanecerá cerrado hasta el miércoles, informaron autoridades regionales.
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